La globalización económica es un fenómeno complejo que, según diversos criterios, puede rastrearse desde la expansión de los antiguos imperios hasta consolidarse en el siglo XX, especialmente desde los años 60. Este proceso ha atravesado tres grandes etapas:
La globalización ha transformado múltiples áreas —cultura, tecnología, política, guerras— pero su impacto económico es clave: ha dado lugar a una economía global donde las empresas transnacionales operan en diversas regiones, impulsadas por la modernización estatal y la privatización de servicios.
La economía global contemporánea se sostiene en cuatro pilares fundamentales:
La globalización ha reducido la capacidad de decisión autónoma de los Estados, lo que implica una pérdida de soberanía, manifestada de dos formas:
De hecho: por la presión económica y política de actores globales.
De derecho: mediante acuerdos y la creación de entidades supranacionales (como la UE o el Tribunal de La Haya).
Esto obliga a los gobiernos a equilibrar los intereses nacionales con los compromisos internacionales, lo cual puede afectar negativamente a la población. Las políticas tienden a favorecer a las grandes corporaciones y organismos financieros, provocando:
Durante el siglo XX, la humanidad vivió una etapa de profundas transformaciones impulsadas por el conocimiento científico y los avances tecnológicos. Aunque marcadas por la tragedia de dos guerras mundiales, estas contiendas también sirvieron como catalizadoras para el desarrollo de tecnologías aplicadas sobre todo en el ámbito militar que luego se expandieron a la vida civil.
Ciencia y Tecnología: Motores del Siglo XX
El progreso científico se convirtió en un reflejo directo del desarrollo socioeconómico de los países. Sin embargo, este crecimiento fue desigual: las naciones desarrolladas consolidaron su poder tecnológico, mientras que los países en vías de desarrollo enfrentaron desigualdades heredadas del colonialismo, además de fenómenos como la fuga de cerebros, que debilitó su potencial humano y científico.
Organización del Conocimiento y Nuevas Eras Tecnológicas
El siglo XX no solo fue testigo de avances científicos, sino también de la institucionalización de la ciencia. Se fundaron centros especializados en investigación básica y aplicada, dando origen a etapas tecnológicas fundamentales que marcan nuestra historia contemporánea:
Cada uno de estos hitos se apoya en las ciencias básicas y técnicas desarrolladas desde la primera Revolución Industrial, consolidando el siglo XX como una época de revoluciones múltiples que siguen dando forma al mundo globalizado de hoy.
El impulso del comercio internacional ha sido un motor clave en el desarrollo urbano y la transformación de las estructuras sociales y políticas. El crecimiento de las ciudades promovió la creación de nuevas instituciones como gremios, universidades y normas comerciales y fomentó una nueva mentalidad frente al trabajo, el riesgo y el tiempo.
En la historia moderna, muchos líderes han favorecido el crecimiento económico como vía para asegurar la estabilidad política. Sin embargo, incluso en estados preindustriales, la expansión comercial ha provocado conflictos y tensiones internas.
Un ejemplo claro de esta dinámica fue el dominio de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales sobre las islas de las Especias en el siglo XVII. Aunque inicialmente fueron vistas como un tesoro comercial, con el tiempo los holandeses comprendieron que los beneficios reales del comercio asiático estaban más allá del monopolio de estas islas, lo que los llevó a intentar controlar puertos clave para frenar a sus competidores.
La globalización económica permite a los países participar en el mercado internacional mediante el libre comercio de bienes, servicios y tecnología. Entre sus características más destacadas están:
Intercambio estructurado: El comercio se realiza en mercados institucionalizados que regulan los precios y difunden información sobre la oferta y demanda global. Concentración de riqueza: Desde 1960, la desigualdad ha aumentado drásticamente. Según datos de la ONU en 1997, los ricos ahora ganan 76 veces más que los pobres, en comparación con 30 veces en 1960.
La globalización no solo ha transformado la economía, sino también la estructura social y política de las naciones. Este fenómeno ha llevado a:
